Pensamiento disruptivo: la creatividad mas allá de la economia
por Francesco Nistri.
La creatividad no se gasta. Cuanto más usas, más tienes.
-Maya Angelou-
Es un hecho indiscutible que en la vida necesitamos ser creativos para adaptarnos y prosperar; eso no significa tener que convertirnos en un pintor o un músico. La creatividad es la capacidad de crear cosas completamente nuevas o conectar ideas que ya existen para encontrar soluciones a problemas irresueltos.
Es el ingenio de poder preparar una comida con lo único que tenemos disponible en la refrigeradora y que resulte, no solo comestible, sino más bien rico y original. Como decía mi abuela materna, una mujer increíble y una chef finísima que quedo viuda con 4 hijos pequeños y adolescentes durante la segunda guerra mundial, “Si hay pasta y tomates en la casa, ya podemos preparar el almuerzo”.
Es la habilidad de poder pensar más allá de nuestras creencias, de nuestras limitaciones y de la certeza de que las cosas no cambian a menos que los cambios sean grandes, esta es una de las ideas más radicadas que muchos tenemos sobre crear cosas nuevas e innovar: o pintamos la Monna Lisa o no cumplimos con la expectativa de ser pintor. O inventamos la versión cuántica y multiespacial de la rueda, o mejor nos dedicamos a trabajar en un cubículo.
Creatividad es aplicar cambios pequeños a cosas que ya existen. Es ponerle chile picante a la salsa en lugar de pimienta negra porque es lo que tenemos disponible. Pero tome en cuenta esta consideración:
Sabiendo que la receta original de la pasta “Cacio y pepe” incluye la pimienta, la adaptación con el chile picante no viene del hecho que no queremos salir de la casa e ir a comprar pimienta, porque al ser creativos, le ponemos lo que sea. Esta es mediocridad, pereza y falta de planificación. Es saber que, si por alguna razón el supermercado está cerrado, no hay el ingrediente que quisiéramos en el mercado o quizá ya no cabe en el presupuesto mensual ir de compras, tenemos a disposición experiencia, flexibilidad mental e intuición consciente para crear soluciones innovadoras.
Por tanto, si somos emprendedores, si somos padres y lidiamos diariamente con la educación de nuestros hijos, o trabajamos como ejecutivos en un puesto donde es necesaria y continua la solución de problemas “fuera de la caja”; o cualquier actividad que requiera del pensamiento disruptivo, tenemos que entrenarnos en la creatividad.
Si bien es cierto, algunas personas tienen el privilegio de haber sido criadas y educadas en un entorno fértil para la creatividad, por ejemplo, si hemos tenido el lujo de tener juegos libres de reglas cuando éramos pequeños, o haber crecido entre artistas (me permito hacer notar que, por experiencia personal, no todas las familias de artistas abren espacios a sus hijos para el desarrollo de la creatividad). La realidad es que el sistema educativo “moderno” quiere llevar a todos las/os niñas/os a comportarse de la misma forma, a tener los mismos gustos y hábitos; y esto no es conducente al desarrollo de la creatividad.
Pero la buena noticia es que la creatividad se puede desarrollar y cultivar. Y aquí viene el truco que les quiero compartir:
Muy a menudo las personas buscan “ser creativos” para poder resolver sus problemas de negocios o financieros, para luego regresar a su zona de confort en todas las áreas de su vida. Pero lamentablemente así no funciona; la fórmula que si lleva a soluciones es aplicar el pensamiento creativo siempre, inclusive en situaciones que aparentemente no lo necesitan, lo cual nos lleva siempre a tener resultados mejores.
Replantearse la creatividad más allá de la economía implica considerarla como una expresión humana fundamental que trasciende el valor monetario y la producción de bienes y servicios. Podemos implementar algunos de los puntos que les comparto, si tenemos puestos de liderazgo en la sociedad, en el trabajo o incluso en su entorno familiar más cercano.
1. La creatividad como un fin en sí mismo: En lugar de ver la creatividad solo como un medio para generar ingresos, se puede valorar por su capacidad para enriquecer la experiencia humana, fomentar la autoexpresión y contribuir al bienestar personal y comunitario.
2. Fomente la creatividad en la vida cotidiana: La creatividad no se limita a las industrias creativas o a los artistas profesionales. Todos pueden ser creativos en su vida diaria, ya sea cocinando, jardinería, o resolviendo problemas cotidianos de maneras innovadoras.
3. Democratice la creatividad: Promueva el acceso y la participación en actividades creativas para personas de todos los orígenes y habilidades, reconociendo que la creatividad es una característica compartida por toda la humanidad. Y ojalá, si aplica, comparta eso con su familia.
4. Creatividad y tecnología: La inteligencia artificial y otras tecnologías pueden emular algunos aspectos de la creatividad humana, pero al momento no pueden sustituirla. Aprenda a usar la IA como herramienta para ser aplicada a un proceso de creatividad.
5. Valorar la creatividad en la educación: Integrar la creatividad en los procesos educativos no solo para fomentar futuras carreras en las industrias creativas, sino también para desarrollar habilidades de pensamiento crítico y resolución de problemas en todos los campos.
Estas perspectivas nos ayudan a ver la creatividad como una parte integral de la experiencia humana que merece ser cultivada y valorada en todas sus formas, no solo aquellas que tienen un valor económico directo.