Liderazgo auténtico versus liderazgo artificial: implicaciones para el éxito del equipo.
por Francesco Nistri.
La honestidad es en su mayor parte menos rentable que la deshonestidad.
-Platón-
Desde hace muchos años hay muchas formas de describir varios tipos de liderazgo, todos orientados a un estilo más humanista y empático de trabajar con colaboradores, colegas, subordinados y jefes.
La introducción del coaching como método de auto descubrimiento en los ejecutivos y lideres de las compañías, aunado a estudios y avances teóricos en esta área, definitivamente han roto el paradigma del líder heroico (Chris Lowney, el líder heroico, 2003), ese líder que todo lo sabe, y asume la gloria y las desgracias de sus decisiones. Estamos definitivamente en la época de los líderes que comparten sus decisiones con el equipo y cuyo trabajo se refleja en el crecimiento de las personas dentro del mismo.
No cabe duda, y no se puede negar que se necesita siempre más este tipo de acercamiento en el trabajo y especialmente cuando se lidia con las nuevas generaciones.
Mas allá de las muchas (y a veces un poco confundidas) definiciones de modelos de liderazgo modernos, queda el hecho de que, a pesar de capacitaciones, procesos de coaching y grandes esfuerzos de los departamentos de capital humano de las organizaciones, hay muchos líderes que adoptan la fachada del modelo, usan la “Narrativa empática” pero en el fondo la forma de actuar sigue siendo la que ya sabemos que no funciona.
Esto puede suceder por inseguridad, falta de capacitación o de comprensión de la capacitación recibida; y en muchísimos casos es un reflejo de la resistencia al cambio. O, y me perdonan por ser un poco cínico, simplemente porque “no les da la gana”.
En este artículo procuro simplificar el caos que generan tantas definiciones y reducir el rango de definiciones en dos: líderes auténticos y líderes artificiales. Cuando hablamos de líderes artificiales, no me refiero al líder que integra la Inteligencia Artificial en su trabajo (esta definición ha sido usada por Kollman en el 2023, Artificial Leadership) si no al comportamiento poco “genuino” que lleva a crear daños un equipo de trabajo.
Y de nuevo, quiero aclarar que esta “simplificación” en 2 categorías sirve para una mejor comprensión de como los seres humanos pueden llegar a comportarse cuando están en un puesto de poder y aplica, para poner unos ejemplos, al liderazgo flexible y democrático del modelo agile o al liderazgo inclusivo y democrático.
El liderazgo auténtico y el artificial representan paradigmas contrastantes que tienen implicaciones significativas para el éxito del equipo dentro de las organizaciones.
Comprender las características distintivas y los impactos de estos estilos de liderazgo es crucial para dar forma a prácticas de liderazgo efectivas.
Examinar estrategias para cultivar un liderazgo auténtico y mitigar los resultados negativos del liderazgo artificial, tiene como objetivo proporcionar ideas valiosas para los líderes que aspiran a fomentar un ambiente de equipo positivo y productivo.
Definición de liderazgo auténtico y artificial
El liderazgo auténtico consiste en ser genuino, consciente de uno mismo y fiel a uno mismo. Por otro lado, el liderazgo artificial implica fingir, priorizar el beneficio personal sobre el éxito del equipo y carecer de verdadera sinceridad en las interacciones con los miembros del equipo.
El liderazgo auténtico brilla de varias maneras, demostrando cualidades que inspiran confianza y respeto entre los miembros del equipo.
Transparencia e Integridad: Los líderes auténticos son abiertos y honestos en su comunicación, reconocen sus errores y defienden sus valores incluso en situaciones desafiantes.
Inteligencia emocional y empatía: Al comprender y conectarse con los miembros del equipo a nivel emocional, los líderes auténticos muestran empatía y compasión, fomentando un ambiente de trabajo inclusivo y de apoyo.
Características del liderazgo artificial
El liderazgo artificial, por otro lado, a menudo implica comportamientos perjudiciales que pueden obstaculizar la productividad y la moral del equipo.
• Micro gestión (Micro Management) y falta de confianza: Los líderes artificiales tienden a micro gestionar, sofocando la creatividad y la autonomía entre los miembros del equipo, y al mismo tiempo no confían en sus capacidades.
• Toma de decisiones impulsada por el ego: Impulsados por el ego y las agendas personales, los líderes artificiales pueden tomar decisiones que priorizan sus propios intereses sobre el bienestar del equipo, lo que genera discordia y desconexión.
¿Cuál es el impacto del liderazgo autentico en el éxito de un equipo?
El liderazgo auténtico juega un papel importante a la hora de dar forma a una dinámica de equipo positiva y contribuir al éxito general.
• Fomenta la confianza y la colaboración: Al encarnar la autenticidad, los líderes generan confianza y simpatía con su equipo, allanando el camino para una colaboración genuina y una resolución efectiva de problemas.
• Motiva y crea compromisos inspiradores: Los líderes auténticos inspiran motivación y compromiso entre los miembros del equipo al dar un ejemplo positivo, fomentan el crecimiento y reconocen las contribuciones individuales, lo que en última instancia impulsa el éxito del equipo.
¿Cuál es el Impacto del liderazgo artificial en el éxito del equipo?
• Crea desconfianza y desconexión: El liderazgo artificial puede parecer un mal truco de magia que no resultó: deja a los miembros del equipo cuestionando sus motivos e intenciones, lo que en última instancia conduce a una ruptura de la confianza. Cuando los líderes proyectan una fachada en lugar de autenticidad, los miembros del equipo pueden sentirse desconectados en lugar de sentirse parte de un equipo dinámico.
• Desmejora la cohesión y la productividad del equipo: Imagínese una torre Jenga construida sobre una base inestable: eso es lo que el liderazgo artificial hace con la cohesión y la productividad del equipo. Cuando los líderes priorizan la imagen sobre la sustancia, se puede fomentar una cultura de incertidumbre e inconsistencia, lo que dificulta que los equipos trabajen juntos de manera cohesiva para lograr objetivos compartidos.
Les comparto unas estrategias para cultivar un liderazgo auténtico:
• Desarrollar la autoconciencia y la autenticidad: El liderazgo auténtico es como un vino bien añejo: mejora con el tiempo y el esfuerzo genuino. Los líderes pueden cultivar la autenticidad profundizando en la autoconciencia y comprendiendo sus valores, fortalezas y debilidades. Al aceptar su verdadero yo, los líderes pueden generar confianza y credibilidad con sus equipos.
• Construir relaciones sólidas y habilidades de comunicación: Piense en el liderazgo auténtico como una receta para una dinámica de equipo deliciosa: requiere una porción generosa de relaciones sólidas y habilidades de comunicación efectivas. Los líderes que priorizan establecer una buena relación y fomentar el diálogo abierto crean un ambiente de apoyo donde los miembros del equipo se sienten escuchados y valorados, lo que mejora la colaboración y el desempeño.
¿Cómo podemos mitigar los efectos del liderazgo artificial?
Pues a veces no se pueden cambiar las cosas y tenemos jefes cuyo estilo de liderazgo es totalmente en oposición a lo que sabemos seria lo mejor para el equipo. Una situación muy común donde eso sucede es cuando trabajamos en compañías transnacionales y nuestro jefe es alguien que vive en otro lado del mundo, con una cultura muy diferente a la nuestra y cuyo estilo es totalmente diferente a lo que nosotros estamos acostumbrados a usar en nuestra realidad local. Por lo cual, si tenemos un equipo a cargo y somos los que estamos en contacto con el autócrata que vive a 10 horas de huso horario de distancia, tenemos además que ser el filtro para evitar que la toxicidad se transmita a todo el equipo. Exploremos algunos tips para mitigar los efectos negativos:
• Implementar la retroalimentación y coaching de 360 grados
El liderazgo artificial es como una quilla con goteras: necesita serios arreglos o terminara hundiendo el barco. La implementación de retroalimentación y coaching de 360 grados puede ayudar a los líderes a obtener información valiosa sobre sus puntos ciegos y áreas de mejora. Al buscar retroalimentación desde todos los ángulos e invertir en coaching, los líderes pueden corregir el rumbo y mejorar su autenticidad de liderazgo. Y no tenga el prejuicio de que un líder artificial no quiera escuchar su punto de vista: recuerde que a veces este comportamiento es la consecuencia de inseguridad y un feedback honesto de un subordinado puede caerle sorprendentemente bien.
• Promover una cultura de comunicación abierta y rendición de cuentas
El liderazgo artificial prospera a la sombra de puertas cerradas y agendas ocultas: es como un ninja sigiloso que causa estragos en el lugar de trabajo. Promover una cultura de comunicación abierta y responsabilidad puede arrojar luz sobre comportamientos artificiales, fomentando la transparencia y fomentando la confianza dentro de los equipos. Cuando todos son responsables y la comunicación fluye libremente, el liderazgo artificial lucha por encontrar un lugar donde esconderse.
Así que podemos concluir que en la batalla entre el liderazgo auténtico y el artificial, la autenticidad emerge como el héroe de brillante armadura, listo para liderar equipos hacia el éxito.
Al fomentar la autoconciencia, construir relaciones sólidas y promover la comunicación abierta, los líderes pueden mantenerse alejados de los peligros del liderazgo artificial.
Recuerde, en la búsqueda de la grandeza del liderazgo, la autenticidad siempre lleva la de ganar. La elección entre liderazgo auténtico y artificial influye profundamente en el éxito del equipo.
Cuando se adopta la autenticidad, se fomenta la confianza y las relaciones significativas; los líderes pueden inspirar a sus equipos a lograr mayores niveles de colaboración, innovación y eficacia general.
Reconocer los peligros del liderazgo artificial e implementar estrategias de manera proactiva para contrarrestar sus efectos perjudiciales es esencial para crear una cultura de trabajo positiva y maximizar el desempeño del equipo.
En última instancia, priorizar la autenticidad en el liderazgo puede conducir al éxito sostenible y al crecimiento a largo plazo tanto para los líderes como para sus equipos.