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Coaching
El miedo al fracaso según los estoicos

El miedo al fracaso según los estoicos

por Francesco Nistri

“La experiencia no es lo que te sucede. Es lo que haces con lo que te sucede.” Aldous Huxley

Uno de los temas recurrentes en las sesiones de coaching, ya sea personal, de emprendimiento o ejecutivo, es el miedo al fracaso. 

Tenemos la tendencia a creer que el fracaso es negativo, y es un reflejo de las habilidades, los valores y el potencial de las personas.  Esta manera de verlo, lamentablemente, nos impide progresar y realizar nuestros sueños.

¿Qué es el miedo al fracaso?  Si lo analizamos con detenimiento no damos cuenta de que no es más que una manifestación de nuestro miedo al cambio. Lo que nos causa problema con el cambio es que la mayor parte del tiempo, nos gustan las cosas tal como están.  Aún cuando la vida no sea cómoda, las personas prefieren quedarse con el “mal conocido” que aventurarse en lo desconocido.

La verdad, es que es muy tentador aferrarse a las rutinas diarias.  Tener sistemas, estrategias y rutinas nos da un sentido de seguridad.  Las personas no hemos sido educadas para ver el potencial de crecimiento en el cambio, en su lugar, se nos ha dicho que tenemos que tratar de regresar las cosas a la “normalidad”, lo más similar a lo que fue y lo más pronto que se pueda.  Esto es fácil de ver, después de la pandemia la consigna ha sido regresar a la “normalidad”.  Aun cuando eso no es, ni será posible en muchos aspectos.

Los estoicos sabían que, sin el cambio, ninguno de nosotros podría existir.  El universo mismo ha tenido que pasar por muchas fases de cambio antes de que la vida fuera posible.  Marco Aurelio escribió en sus memorias “El cambio es el deleite de la naturaleza”. Los seres humanos fuimos hechos para el cambio, y acoger nuevos retos es una oportunidad para crecer y desarrollarnos.  Aunque no es una tarea sencilla, es mucho más simple de lo que creemos.

La mayor parte del miedo alrededor del cambio, obedece a que tememos que el cambio sea “malo”.  Y aquí vale la pena citar a Seneca que escribió: “A menudo estamos más asustados que heridos, y sufrimos más en la imaginación que en la realidad”

Frecuentemente, el origen de la resistencia al cambio son nuestros pensamientos, más que el cambio en sí.  Las personas tenemos la tendencia a crear escenarios en nuestra mente, mucho antes de que el evento en si suceda.  Esta puede ser una excelente estrategia para planificar, sin embargo, se convierte en un problema cuando nuestra mente automáticamente empieza a imaginar el peor escenario posible, que podría suceder. Este ejercicio no es negativo, si lo hacemos desde la resiliencia, es una oportunidad para preparamos para cualquier eventualidad en lugar de pensar en lo peor que puede suceder.  Hay una diferencia entre la distorsión cognitiva de catastrofización de los eventos y la actitud resiliente de prepararnos para sobreponernos de la adversidad.

Frecuentemente, los miedos alrededor del cambio sobrevienen de una aversión al sufrimiento, y a nuestra tendencia de sobre planificar para evitar a toda costa el sufrimiento. 

Cambio y sufrimiento

La relación entre el cambio y el sufrimiento desde mi perspectiva se puede describir en dos fases.  La primera, sufrimos en nuestra anticipación al cambio y la modificación de nuestra rutina; o en anticipación a la pérdida (por ejemplo, de persona amada, trabajo, estatus, etc.).

La segunda fase es la reacción que tenemos ante el cambio de lo que ya sucedió.  Es llegar a la aceptación de la pérdida (persona o circunstancia) y la anticipación de encontrar de nuevo el balance y el camino de salida al caos en que nos encontramos.

Los estoicos superaban esto, al mantener presente en su vida diaria, lo relativamente pequeño del impacto que tenemos los seres humanos de manera individual en el entorno macro.  ¿Le suena muy duro y hasta contraproducente? Seguramente que sí.  Pero tenemos que considerar el gran tapiz que es la vida y el universo, donde nuestra parte es bastante pequeña.  Pero aun siendo pequeña es importante.  Es el ego el que nos hace pensar que, si nuestro impacto es pequeño, no es significativo.  Veamos un ejemplo, en el 2023, la mayoría de las personas podemos entender la importancia del consumo responsable, la reutilización y reciclaje.  Reciclar es una gran idea, pero el impacto no esta en la idea, está en la acción que toman las personas de separar la basura en su día a día.  Así que reciclar una pequeña bolsa de plástico no tendrá un impacto muy grande en el ambiente, pero la acción de millones de personas de reciclar una pequeña bolsa, tiene un gran impacto. Es a esto lo que se refieren los estoicos.

Epicteto nos aconseja que enfrentemos al destino en su propio juego.  Es decir, en lugar de poner resistencia y luchar contra el cambio, deberíamos aprender a aceptar el cambio y de la adversidad crear una oportunidad.

Por supuesto que esto es más fácil decirlo que hacerlo. ¿Qué pasaría si pudiera cambiar su visión del fracaso, y en lugar de tener miedo lograra abrazar el miedo?  Les voy a dar tres ideas que les pueden ayudar a desarmar su percepción del fracaso, y como consecuencia le ayudarán a superarlo.

TRES IDEAS PARA SUPERAR EL MIEDO AL FRACASO

  1. Usted no está solo o sola en su miedo al fracaso.

La soledad del miedo es el elemento más tóxico.  El miedo nos convence de que estamos solos en nuestro sufrimiento.  El miedo le hará creer que usted es la única persona que ha fallado alguna vez, o que todas las personas que han fallado son perdedoras.  Usted debe, absolutamente, confiar en que hasta las personas más talentosas han fallado, y también han experimentado el miedo al fracaso.  La diferencia entre las personas exitosas y las no exitosas no es que una falló y la otra no.  Una característica de las personas exitosas es que ellas superan sus miedos tomando riesgos y aprendiendo de sus errores. El temor al fracaso es una experiencia humana universal.  Usted está muy lejos de estar aislado o aislada en su experiencia del miedo al fracaso, y tampoco es la única persona que ha fracasado o va a fracasar.

  • Deje de predecir el futuro.

Aun cuando esté haciendo las cosas de manera “perfecta”, el fracaso es una posibilidad.  Piense en las decisiones que ha tomado, que en su momento parecían perfectas, pero le llevaron a consecuencias imprevistas.  Tal vez, invirtió en algo que todas las demás personas pensaban que era una apuesta segura, y al final resultó en una pérdida.  O tal vez, escogió la manera más lógica de hacer algo en particular, solo para darse cuenta de que estaba lidiando con algo que era más allá de la lógica.  No se puede predecir el futuro; sólo se puede tomar la mejor decisión que se pueda, considerando la información que se tenga en el momento.  Por eso lo más saludable es dejar de intentar predecir qué sucederá.  Puede preguntarse ¿Y qué pasa si fracaso?, pero también puede preguntarse ¿Y qué pasa si triunfo?

  • Supere el miedo al fracaso convirtiéndose en un experto o experta.

Si está experimentando miedo al fracaso, reemplácelo con esta razón: Si ha hecho algo de una manera y no ha funcionado, entonces inténtelo de otra manera. Si eso tampoco funciona, inténtelo de otra manera.  Inténtelo de 100 maneras diferentes. Inténtelo de 200 maneras diferentes. Haciendo las cosas de diferente manera aprenderá, a profundidad, acerca de cualquier cosa que esté intentando hacer.  En lugar de tener miedo se convertirá en un experto o experta en el tema.  El fracaso es una oportunidad de convertirse en un experto o experta en lugar de convertirse en una víctima.  Después de todo, experimentar causa y efecto es normal; sentarse y dejarse paralizar por el miedo no lo es.  No deje que el miedo se lleve lo mejor de usted, intente algo diferente.

“No es porque las cosas parezcan difíciles que no nos atrevemos. Es porque no nos atrevemos que las cosas parecen difíciles.” -Séneca-