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Coaching
SUBALTERNOS QUE FUERON MIS COMPAÑEROS

SUBALTERNOS QUE FUERON MIS COMPAÑEROS

Como ser el líder de los que fueron mis pares en el equipo de trabajo

Una de las cualidades más bonitas de la amistad verdadera es comprender y ser comprendido.

– Séneca

En el ajetreado entorno laboral actual, asumir el rol de líder entre aquellos que alguna vez fueron nuestros pares presenta un desafío único y significativo. Este cambio no solo implica una transición en la jerarquía, sino que también requiere una reevaluación de las relaciones interpersonales y la dinámica del equipo. La capacidad de liderar eficazmente a antiguos compañeros puede ser la clave para mantener la cohesión del grupo y potenciar su rendimiento.

Es por esta razón que es necesario desarrollar las estrategias y habilidades necesarias para establecer autoridad y respeto; a la vez que se fomenta la colaboración, y las posibles rivalidades se transforman en oportunidades de crecimiento.

Pero cuál es el mayor desafío que deben enfrentar los nuevos líderes cuando asumen el este rol ante los que fueran sus compañeros de trabajo. El paso de ser un compañero de equipo a convertirse en el líder del mismo representa una transformación fundamental que impacta tanto las dinámicas interpersonales como la propia identidad profesional.

Antes de convertirse en el líder del equipo, la relación con los colegas se basaba en la camaradería y la colaboración entre pares, pero al asumir el rol de líder, se introduce una nueva jerarquía que requiere un delicado equilibrio. El nuevo líder debe aprender a distanciarse de las amistades previas para tomar decisiones objetivas, que no siempre serán populares, y que afectan al grupo. Este cambio puede generar sentimientos de aislamiento y la difícil tarea de establecer autoridad y credibilidad ante quienes antes eran iguales.

En ese momento la comunicación se vuelve una herramienta decisiva para navegar esta transición, pues ayuda a redefinir las expectativas y acciones.  Debe haber un compromiso con el éxito colectivo del equipo por encima de las relaciones personales preexistentes.


Cuando hay un cambio en la dinámica de cualquier equipo de trabajo, es muy probable que se vean afectadas las relaciones con los compañeros.  Todo va a depender de la dinámica de relación del equipo y entre los miembros del mismo.  Algunas personas pueden sentirse incómodos, mientras que otras pueden ver al nuevo líder como una autoridad.  Es un hecho que cada una de las personas miembros del equipo pueden tener expectativas diferentes sobre el liderazgo, lo que puede generar tensiones si no se gestionan adecuadamente.

A esto tenemos que aunarle el hecho de que las responsabilidades aumentan, el nuevo líder debe tomar decisiones que afectan a todo el equipo, lo que puede ser estresante. Y como si eso fuera poco se espera que el líder maneje y resuelva conflictos, que satisfagan las necesidades o puntos de vista de todas las personas miembros del equipo. 

Pero como todo en la vida, se puede trabajar y mejorar. Aquí les dejo 4 consejos que pueden ayudarles a asumir los nuevos retos y convertirlos en éxitos.

  1. Cambie la Perspectiva:  Como líder, se debe tener una visión más amplia del proyecto y del equipo, en lugar de enfocarse en tareas individuales.  Tenga una visión estratégica, enfoque sus retroalimentaciones al equipo en los objetivos y expectativas que la organización tiene del proyecto.
  • Desarrolle habilidades de comunicación efectiva: El líder debe desarrollar habilidades de comunicación y gestión para guiar al equipo de manera efectiva.
  • Tenga un impacto en la Motivación: Un buen líder puede motivar e inspirar al equipo, creando un ambiente de trabajo más positivo.  Esto no significa que deba convertirse en motivador personal, el terapeuta o consejero personal de cada uno de los miembros del equipo; su trabajo es liderar no consolar.  Recuerde que forma en que maneje su nuevo rol puede afectar directamente el desempeño y la moral del equipo.  Y la organización espera resultados tangibles.
  • Adáptese y Aprenda: La transición puede ser una oportunidad de crecimiento personal y profesional, permitiéndole aprender nuevas habilidades y mejorar las que ya tiene.  Es fundamental recibir retroalimentación del equipo para ajustar el estilo de liderazgo y mejorar continuamente.  Pero esto no significa que debe de tratar de implementar todas las sugerencias que recibe.  Use su discreción y recuerde que usted esta en el rol de líder porque la organización vio en usted las aptitudes, cualidades y habilidades necesarias para ser líder.


Ahora bien, no podemos obviar que establecer autoridad y ganar el respeto de quienes antes eran tus compañeros es uno de los mayores desafíos en la transición hacia el liderazgo. La clave es gestionar el cambio de dinámica de manera proactiva y consciente. A continuación, se presentan estrategias efectivas para navegar esta transición con éxito.

  1. Marcar un Inicio Claro: Es fundamental tener una conversación abierta con el equipo desde el primer día. Organice una reunión para hablar sobre su nuevo rol, sus expectativas y su visión para el equipo. Reconozca abiertamente el cambio en la relación y exprese su compromiso de liderar para el beneficio de todos.
  1. Definir la Distancia Profesional Adecuada: Aunque es importante mantener una buena relación, la dinámica ha cambiado. Debes establecer límites profesionales claros. Esto no significa volverse distante o inaccesible, sino asegurarse de que las decisiones se tomen de manera objetiva y no basadas en amistades pasadas. Evite participar en chismes o conversaciones negativas que antes podrías haber tolerado como compañero.
  1. Comunicación Constante y Clara: Mantenga los canales de comunicación abiertos. Informe al equipo sobre los objetivos, los avances y los desafíos. Programe reuniones individuales regulares (uno a uno) con cada miembro del equipo para entender sus metas, preocupaciones y para ofrecer su apoyo. Esta es una excelente vía para construir una nueva relación de líder-miembro.
  1. Toma Decisiones (Incluso las Difíciles): Una de las formas más rápidas de perder autoridad es mostrar indecisión. Como líder, se espera que tome decisiones. No tema tomar decisiones impopulares si está convencido de que son lo mejor para el equipo y la organización. Justifique, siempre, el porqué de sus decisiones con argumentos lógicos y datos.  Nunca se disculpe por tener que tomar decisiones que no sean populares, pero que son necesarias para el buen desempeño del equipo. 

Y, por último, pero no menos importante sea justo y transparente.  La justicia y la transparencia son los pilares sobre los que se construye la confianza, que es un elemento indispensable para el respeto. Establezca reglas claras y aplíquelas a todas las personas miembros del equipo por igual. Cuando surjan conflictos dentro del equipo debe actuar como un mediador neutral; escuche a todas las partes involucradas, analice los hechos de manera objetiva y busque una solución que sea justa para todos.  Y siempre reconozca de manera pública los logros de todos los miembros del equipo y ofrezca retroalimentación constructiva de manera privada y respetuosa. Las evaluaciones de desempeño deben basarse en métricas claras y objetivas, no en percepciones personales.

El cambio de compañero a líder puede ser un desafío, pero también una oportunidad para el crecimiento. La clave está en mantener una comunicación abierta, ser empático y estar dispuesto a aprender y adaptarse.